↓ Baypass gástrico

El bypass gástrico se hace con anestesia general, es decir, que la persona está dormida durante la operación. El cirujano hace unos pequeños cortes en el abdomen y usa unos instrumentos especiales para hacer la operación por dentro. Esto se llama cirugía laparoscópica o mínimamente invasiva.

1. El primer cambio que hace el cirujano es dividir el estómago en dos partes: una parte pequeña, del tamaño de un yogur, que se llama reservorio gástrico, y una parte grande, que se llama remanente gástrico. El reservorio gástrico es la que va a recibir la comida que se come, y el remanente gástrico queda aislado y no se usa.
2. El segundo cambio que hace el cirujano es cortar el intestino delgado y unirlo al reservorio. De esta forma, la comida que se come pasa directamente del reservorio al intestino delgado, sin pasar por el remanente gástrico ni por la primera parte del intestino delgado. Esto se llama Y de Roux, porque tiene forma de letra Y.

El bypass gástrico tiene dos efectos principales que ayudan a perder peso y mejorar la salud:

• Reduce la cantidad de comida que se puede comer, porque el reservorio gástrico es muy pequeño y se llena rápido. Esto hace que el paciente tenga menos hambre y se sienta satisfecho con menos comida.
• Reduce la cantidad de calorías y nutrientes que se absorben, porque la comida salta una parte del intestino delgado. Esto hace que el cuerpo use la grasa almacenada como fuente de energía y pierda peso.

Además, el bypass gástrico puede mejorar o curar algunas enfermedades relacionadas con el sobrepeso, como la diabetes, la hipertensión, el colesterol alto, la apnea del sueño, el reflujo gastroesofágico, problemas articulares, enfermedades cardiacas. Incluso disminuir el riesgo de padecer casi cualquier tipo de cáncer.

El bypass gástrico es una operación seria, que tiene riesgos y complicaciones, y que requiere un cambio de hábitos de por vida. Por eso, no es para cualquier persona que tenga obesidad, sino solo para aquellas que tengan un problema grave de salud por su peso y que no hayan podido bajar de peso con dieta y ejercicio.

• Tener un índice de masa corporal (IMC) de 40 o más. El IMC se calcula dividiendo el peso en kilos entre la altura en metros al cuadrado. Por ejemplo, una persona que pesa 120 kilos y mide 1,70 metros tiene un IMC de 41,5.
• Tener un IMC de 35 o más, y tener una enfermedad grave relacionada con la obesidad, como diabetes, hipertensión, apnea del sueño, etc.
• Tener un IMC de 30 o más, y tener una enfermedad muy grave relacionada con el peso, como diabetes difícil de controlar, problemas cardíacos, etc.

Además de estos requisitos, la persona que quiera hacerse el bypass gástrico tiene que pasar por una evaluación médica, psicológica y nutricional, para ver si está preparada para la operación y para el cambio de vida que implica. También tiene que comprometerse a participar en un plan de seguimiento a largo plazo, que incluye controles médicos, nutricionales, psicológicos y de actividad física.

El bypass gástrico tiene ventajas e inconvenientes que hay que tener en cuenta antes de decidir hacerse la operación. 

• Permite perder mucho peso en poco tiempo, hasta un 70% del peso inicial en el primer año.
• Mejora o cura muchas enfermedades relacionadas con el sobrepeso, como la diabetes, la hipertensión, el colesterol, etc.
• Mejora la calidad de vida, la autoestima, la movilidad y la salud mental de la persona.
• Disminuye hasta 3 veces el riesgo de padecer cualquier tipo de cáncer.

• Tiene riesgos y complicaciones, como sangrado, infección, fuga, obstrucción, hernia, úlcera, etc. Algunas de estas complicaciones pueden ser graves y requerir otra operación o incluso poner en peligro la vida. Con la tecnología que utilizamos actualmente y sobre todo desde la aparición de la cirugía robótica, la probabilidad de tener una complicación es muy baja, sobre todo cuando es realizada por cirujanos expertos.
• Requiere un cambio de hábitos de por vida, como comer porciones pequeñas, masticar bien, evitar alimentos grasos, dulces o con mucha fibra, tomar suplementos vitamínicos y minerales, hacer ejercicio regularmente, etc. Si no se siguen estos hábitos, se puede tener problemas de salud, como desnutrición, anemia, osteoporosis, etc., o recuperar el peso perdido.
• Puede causar efectos secundarios, como náuseas, vómitos, diarrea, gases, estreñimiento, intolerancia a algunos alimentos, caída del cabello, piel flácida, etc. Algunos de estos efectos pueden mejorar con el tiempo o con tratamiento.

En conclusión, el bypass gástrico es una operación que puede ayudar a las personas que tienen obesidad a perder peso y mejorar su salud, pero que tiene riesgos y complicaciones, y que requiere un cambio de hábitos de por vida.